
Es actuar sin pensar, dejarse llevar, tirarse a la piscina vacía, caer y no sufrir, reír y llorar, volvernos locos. Es tristeza y alegría, soledad y compañía, sacrificio y paciencia, pasión y vergüenza, descontrol y rabia, celos y locura, comprensión y cordura. Es ganar confianza, es fuego sin llama, lluvia sin nubes, calor sin sol, frío en verano, reír sin ganas, correr sin moverse, soñar despiertos y volar sin alas.
No hay reglas, ni distancias, ni problemas. No hay barreras que no podamos saltar, ni faltan fuerzas para luchar, porque en el amor vale todo, absolutamente todo.
No hay reglas, ni distancias, ni problemas. No hay barreras que no podamos saltar, ni faltan fuerzas para luchar, porque en el amor vale todo, absolutamente todo.
Días buenos, días malos. Días en los que estabas mejor en la cama. Días en los que sin mover un dedo tienes todo lo que siempre quisiste. Días en los que sale todo, días en los que no te sale nada. Días con suerte, días con meteduras de pata. Días en los que encuentras cinco euros, días en los que pierdes seis. Días en los que te sientes capaz de ser dueño del mundo, días en los que no tienes fuerza ni para quitarte las sabanas. Días en los que ríes. Días en los que lloras. Días en los que no sabes si reir o llorar.
Es que ella siempre quiso un chico que fuera capaz de decir supercalifragilisticoespialidoso al revés, capaz de desenvenenar las manzanas de la malvada reina, de despertarla con un beso de un sueño que duró miles de años, de tratarla como a una princesa en un cuento de hadas, que tuviera el castillo más maravilloso nunca visto, que su príncipe azul fuera el más hermoso de todo el reino, y por supuesto, que le haría sentirse feliz en cualquier lugar del planeta.
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